domingo, 5 de febrero de 2012

IGUAL

Algún día conociste la magia de mis versos,
la ternura de mis manos sin pereza de amar.
Nadie sabe con quién se acuesta hasta que se levanta,
Abre su boca maltrecha y mira con ojos de tumba.

Pasan los días de caricias, a veces mal habidas,
Los tranvías de la felicidad recorren fuertemente tus horizontes,
Las lluvias recuperan colores, intensidad
y significados insospechados.
¡Todo cambia! Y vuelve a ser lo mismo.

Los adoloridos pies de largura humana
Se pasean por las angustias de nuevo,
Pero ahora son otras las que habitan el cuerpo amado.

Las lágrimas de tus brotes hambrientos
Desayunan el poder y muerden el piso frío
Cada que hablo sin dolor en el alma.

Atentos mis ojos marchitan su ira
Desbocada muy pronto en tu pelo revuelto.
Los estrujones quedaron en la pared de tus recuerdos.

No hay un amor sin peros,
Toda la vida se revienta en un solo momento,
Así como toda la amargura que tienes
Se te resbala por los dedos
Y la estallas sin lamentarte, en mi ordinario silencio.

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