ÁNGEL DE FUEGO
(zagla, 30/05/2023-6:43 p.m.)
Como un ángel raudo que rompe el silencio del
cielo,
Emanó el fuego de mis entrañas y me incineré
Bajo el desprecio de la pulcra imprudencia.
Restallaron las miradas rotas por el suelo
Y la ciencia me supo a lo que saben
Los torpes escultores de la arrogancia.
La ruptura de los lazos selló los gratos recuerdos
Y comenzó a tejer los nuevos miedos.
La quietud es uno de ellos, dejar de agitar las
manos
Y tener la mente en calma,
Sin desgastarse en cuadros y formatos, es otra.
¿Qué labré mientras cumplía con las tareas de los
demás?
¿Cuándo rasgué mi propia piel para exponer las
vísceras sin pudor?
Como parafina me derrito sin arrastrar la lluvia
ni el vacío.
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